Estimado partícipe,

Le enviamos un comentario de mercados explicando la situación a nivel macro que estamos viendo en estos momentos en los distintos mercados financieros a nivel global.

Comenzamos el mes con la volatilidad como estreno. La incertidumbre en las elecciones de EE. UU., la situación actual y la posible nueva configuración política que se proyecta ante un cambio presidencial genera esta volatilidad y más cuando a dos días de las elecciones parece que no conocemos una victoria en firme. Joe Biden se perfila como favorito a alcanzar la Presidencia, aunque con una mayoría Republicana en el Senado. El escenario cambia en cada momento, pero nos encontramos ante una muy posible victoria de Biden y un congreso muy dividido. Esto generara cambios en las políticas más expansivas de Trump (bajada de impuestos) pero también cambios regulatorios en sectores tecnológico, energético o bancario.

El mercado llevado dos días reposicionándose debido a la cantidad de variables financieras que existen dependiendo del posible ganador.

En cualquier caso, ya se ha comunicado desde el Partido Republicano que se ha abierto un proceso judicial en Michigan, ante las dudas del sistema de recuento. Por tanto, este es un factor que podría atrasar el resultado final e introducir volatilidad en el mercado en el más corto plazo. Y no es descartable que en varios Estados el resultado se dirima por un número pequeño de votos, lo que eleva las probabilidades de una judicialización del proceso de ratificación del escrutinio, que, en cualquier caso, no se extendería más allá del próximo 8 de diciembre.

En Europa todavía parece que aguarda con cautela el resultado definitivo, pero en la parte de Renta Fija Europea llevamos dos días de fuertes repuntes (+1,5% en las posiciones más notables) que sobrepasan en algunos valores la caída protagonizada la última semana del mes de octubre que más ha lastrado la cartera.

En cuanto a la situación en nuestro país y el impacto que puede tener la COVID en este último trimestre del año. Se espera una desaceleración de la actividad dado deterioro de la situación epidemiológica en Europa y, especialmente, en España. Esto se puede ver en el incremento de la incidencia de casos de COVID-19 durante las últimas semanas lo cual ha incrementado la incertidumbre. También la afiliación a la Seguridad Social, las ventas de automóviles o los indicadores de confianza, muestran también que el impulso ha ido a menos durante los meses de agosto y septiembre. Todo esto puede llevar a que la desaceleración puede ser intensa y el crecimiento, reducirse considerablemente en el cuarto trimestre del año

Con todo esto hay que destacar que el tercer trimestre del año mostró un desempeño mejor que el esperado debido, en parte, a la evolución positiva de las exportaciones apoyado principalmente por los sectores de alimentación y automotriz.

Finalmente Se mantiene la previsión de caída de la actividad en 2020 (-11.5%) y se revisan a la baja las expectativas de recuperación para 2021 (6,0% de PIB vs. 7,0% anterior)

Activa Global Defensive Patrimony

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